La NASA nos ha revelado en uno de sus estudios que las miles de fallas formadas en la superficie de la Luna no tienen como tal su origen en el enfriamiento del satélite tal y como se creía, sino en las consecuencias que tiene en la Luna la gravedad de la Tierra, esta gravedad ha influido en la orientación de estas escarpas.
Las fotografías de alta resolución con la cámara de la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO). Han desvelado este proceso.
«sí existe un patrón que determina la formación de este relieve tectónico y ‘masajea’ la superficie lunar», explicó Thomas Watters, de la Institución Smithsonian en Washington (EE.UU.)
LOS INFLUJOS DE LA TIERRA SOBRE LA LUNA MASAJEAN A LA LUNA
Todo el Universo está comunicado a diferentes escalas, por ejemplo los planetas entre sí, esto se evidencia aún más cuando vemos que la Tierra masajea a la Luna, este masaje hace que la superficie lunar tenga esa forma, es decir es un masaje modelador en toda regla….
La Luna produce influjos sobre la Tierra, lo cual queda patente, por ejemplo, en las mareas que, a su vez, influyen en los organismos que viven en las costas marinas.
Pero la Tierra también influye en su satélite, la Luna.
Según John Keller, científico del proyecto LRO (“Lunar Reconnaissance Orbiter”) en el Centro Espacial Goddard de la NASA, la Tierra produce una especie de masajeo continuo sobre la Luna, debido a las fuerzas de marea gravitatoria, que influyen en la orientación y las formas de las fallas y acantilados de nuestro satélite.
La sonda LRO permite conocer la geología y la historia de la Luna desde el año 2009, gracias a las fotografías que realiza. Los científicos han podido observar que la Luna se enfría y se encoge, pero su enfriamiento no ha podido crear una serie de formaciones o fallas observadas en su superficie.
En conclusión, éstas son debidas al “masaje” continuo, potente y prolongado en el tiempo que la Tierra ejerce sobre la Luna.