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El origen del masaje

el origen del masaje

Descubre el origen del masaje

¿Conoces el origen del masaje? Actualmente, podemos decir que el masaje y el  quiromasaje es una de las profesiones con más futuro. El masaje se expande cada vez más… los pacientes piden cada vez más masaje…

¿Cuál es la historia del origen del masaje?

La eterna pregunta sobre cuál es el origen del masaje, sin duda quedará nuevamente sin respuesta… pues más bien deberíamos preguntar cuál es el origen del instinto…

¿Cuál es el origen documentado del masaje?

Bien, poco a poco vamos afinando la puntería con la pregunta. El origen documentado del masaje parece más acorde a la realidad…

Según una investigación, se sabe que los antiguos sumerios hace ya 4.000 años practicaban el arte del masaje.

En la antigua Mesopotamia se aplicaban rudimentarias técnicas de masaje o frotación, si bien hoy en día nos pueden parecer controvertidas, eran técnicas de frotación rudimentaria que buscaba solucionar algún que otro problema.

No obstante, también es cierto que ciertos masajistas de hoy en día, seguro que a todos nos viene a la cabeza alguno… parecen seguir “esta escuela sumeria” a pesar de que supuestamente han pasado por otras “escuelas” mucho más actualizadas.

En su momento,  según las investigaciones, estas técnicas de masaje las practicaban algo así como chamanes o exorcistas vestidos de pez. En realidad en todas las culturas existió esa especie de exorcista o chamán que aplicaba diversos medios de curación.

master de quiromasaje

El la antigua Mesopotamia ese chamán acompañaba el tratamiento mediante masaje rudimentario de una forma muy completo. Durante el masaje el chamán combinaba las técnicas con conjuros, incluía el uso de aceites posiblemente “medicados” (similares a los aceites ayurvédicos).

En este tipo de masajes el chamán aplicaba los movimientos de las técnicas de masajes de forma centrífuga, es decir hacia afuera… (como las lavadoras) aplicaban el masaje desde el torso hacia las extremidades, sin duda mucho más conocedores de unas connotaciones energéticas que físicas. En esta cultura los chamanes o masajistas-sacerdotes le colocaban toda una serie de amuletos tanto en las muñecas como en los tobillos del paciente. El chamán empleaba esto para impedir que las dolencias y los demonios entraran de nuevo en el cuerpo.

Fíjense que evolución, hemos pasado de hablar de demonios a algunos supuestos masajistas hablando de ángeles.

Barbara Bock, una investigadora alemana del CSIC  Consejo Superior de Investigaciones Científicas, conocida entre los colegas como <<asirióloga>>, en una investigación laboriosa ha sido capaz de reconstruir parcialmente, en base a los descubrimientos y estudios realizados, una sucesión de esos tratamientos curativos de masajes y conjuros.

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Barbara Bock que ha dedicado buena parte de su tiempo a este menester, no ha obtenido de este gran trabajo ni tanta repercusión, ni tanta remuneración como quienes aplican técnicas de la civilización perdida de la Atlántida,  pero sin duda eso es un capitulo aparte.

Barbara Bock ha hecho su investigación a través del estudio de unas tablillas de arcilla, tablillas por suerte conservadas actualmente en museos como el British Museum o el Vorderasiastiches de Berlín.

El origen del masaje. amuleto asirio

Amuleto Asirio

Los textos cuneiformes, algunos inéditos y que hacen alusión a estas prácticas, proceden de bibliotecas y archivos de las grandes ciudades mesopotámicas, como Babilonia, Ur o Nínive.

La principal fuente de Barbara Bock es un libro que contiene algo así como encantamientos en sumerio y acadio, toda una recopilación de la época elaborada por exorcistas. Este libro se titula Mushu’u, (Masajes), y en sus páginas encontramos un total de 50 conjuros que acompañaban el tratamiento mediante masajes.

Más información: Curso de Quiromasaje de la escuela europea parasanitaria

Además de los orientales, los egipcios utilizaron la terapia de masaje en la antigüedad. Los sacerdotes recibían masajes con la aplicación de aceites aromáticos después de los baños, y las técnicas se utilizaban únicamente con el objetivo de brindar relajación.

En la antigua Grecia y Roma, el masaje empezó a ir más allá del estigma de técnica de relajación y empezó a emplearse para prevenir y curar enfermedades, tal y como se hacía entre los orientales. “El médico debe tener habilidad en la fricción, ya que la fricción puede unir una articulación que está floja y aflojar una articulación demasiado rígida”, escribió en su momento Hipócrates, uno de los responsables de la génesis del concepto actual de medicina.

Durante miles de años, diferentes civilizaciones han empleado alguna técnica, ya sea superposición de manos o simplemente fricción, para aliviar el dolor o curar la sudoración. Para los médicos griegos, el masaje era uno de los principales medios de curación y alivio del dolor. Hipócrates escribió que “El médico debe tener experiencia en muchas cosas, pero ciertamente debe ser hábil en la fricción…

Porque la fricción puede unir una articulación demasiado floja y aflojar una articulación demasiado rígida”. Los antiguos griegos valoraban los beneficios del masaje utilizándolo en multitud de acontecimientos de la vida diaria. Las técnicas fueron desarrolladas para ayudar a los atletas a mantener sus cuerpos en las mejores condiciones para las competiciones. También utilizaban masajes para relajarse. Heródoto, un historiador que vivió entre el 484 y el 425 a.C., registró que ciertas hierbas tenían una acción sedante y otras eran más refrescantes. Hipócrates usó estas hierbas con aceites y masajes para tratar muchas afecciones médicas. Dijo que: “quien quiera estudiar medicina debe perfeccionar el arte del masaje”. Homero en su obra Odisea describe el masaje como “un alivio bienvenido para los héroes de guerra exhaustos”. Alrededor del 326 a. C., los elementos de la medicina ayurvédica se convirtieron en parte integral de la medicina griega.

Durante la Edad Media, la práctica del masaje terapéutico estaba prohibida en Europa debido a la fuerte influencia de la Iglesia católica: el contacto con el cuerpo humano se consideraba pecaminoso. La situación sólo cambió a partir del siglo XVI, cuando el francés Ambroise Paré aprovechó los conocimientos antiguos sobre la fricción y publicó un trabajo sobre su aplicación a los pacientes quirúrgicos. Por ello, Paré es aclamado como el padre de la terapia de masaje moderna.

Las terminologías y conocimientos utilizados por Paré persisten hasta nuestros días, al igual que la técnica del masaje sueco, iniciada en el siglo XIX por Per Henrik Ling, otro profesional de gran valor para el desarrollo de la zona. Además de los conocimientos antiguos, Ling creó su metodología a partir de bases teóricas de la fisiología, sumadas a observaciones sobre atletas de gimnasia.

Suecia dio otro paso importante hacia el desarrollo de la terapia de masaje en 1813, cuando el área se incorporó como materia escolar. A partir de entonces, este modelo fue adoptado por muchos otros países y se extendió por toda Europa: las estaciones de baño eran el principal centro de masajes, practicado tanto por legos como por profesionales.

Sin embargo, especialmente después de la Revolución Industrial, el concepto de masoterapia como ayuda terapéutica encontró una fuerte resistencia debido al desarrollo tecnológico y científico. Como resultado, el masaje siguió siendo sólo una práctica de relajación en la civilización occidental hasta el siglo XX; los orientales, como al principio, continuaron aceptando las técnicas como un medio para prevenir y recuperarse de los trastornos.

Como resultado surgieron varias corrientes diferentes de masoterapia, que dieron lugar a las divisiones que comprende el área actualmente. Las técnicas tradicionales chinas implican un trabajo absolutamente diferente al que realizan los profesionales del masaje en general. Existen una serie de metodologías y corrientes teóricas dispares, incluso entre orientales, lo que plantea varias aproximaciones posibles a un mismo tipo de problema.

Capítulo aparte será la historia del Quiromasaje: Ver: Historia del quiromasaje | ESPSformacion

En el siglo XX, varios estudios demostraron el efecto positivo de las técnicas de masaje. Las acciones acuñadas en el empirismo y realizadas desde la antigüedad comenzaron a basarse en conocimientos teóricos, lo que incrementó el valor de las actividades del área. El masaje provoca que los pequeños capilares se dilaten, aumentando el flujo sanguíneo en la zona afectada y ayudando al drenaje de sustancias tóxicas en los músculos contracturados.

Además, el masaje puede influir en el funcionamiento de los vasos linfáticos, que se caracterizan por una circulación pasiva y lenta. Acciones para mejorar y activar este movimiento pueden drenar edemas y solucionar otro tipo de problemas en el ser humano.

Se sabe, por ejemplo, que el exceso de tensión muscular es un factor importante en los casos de lesión. Debido a esto, además de los efectos relajantes y curativos que la masoterapia ha tenido a lo largo de los años, la técnica acabó utilizándose de forma intensiva para prevenir problemas físicos.

Otras aplicaciones del masaje comenzaron a surgir a finales del siglo XX, como los beneficios estéticos de activar el sistema linfático. La búsqueda de la homeostasis (equilibrio de los procesos del organismo) ya no es el único camino en el área. Y esta especialización es la principal razón por la que la masoterapia no ha perdido terreno en la realidad del siglo XXI, a pesar de las acusaciones de charlatanería e ineficacia que permean el ámbito desde hace muchos años.

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