La ciencia demuestra que reír es bueno para la salud
La ciencia demuestra que reír es bueno para la salud, descubre como nos beneficia reír:
Reír tiene varios beneficios para la salud, particularmente para la salud del corazón, el alivio del estrés y el sistema inmunológico.
Algunos dichos populares se refieren a la risa como “medicina” y, aunque no tiene la capacidad de curar, la risa es ciertamente un promotor de salud y calidad de vida, como lo demuestran varios estudios.
El motivo está muy ligado a lo que ocurre en el sistema nervioso durante la risa.
El sistema nervioso parasimpático (SNP) se activa en situaciones en las que el cuerpo se da cuenta de que está seguro y no necesita protegerse del medio ambiente. La acción continuada del PNS, responsable de la sensación de relajación, permite una frecuencia cardíaca más baja, una respiración más tranquila y una experiencia más lenta. Los estímulos que activan el SNP son, por tanto, promotores de la salud y entre ellos se encuentran el ejercicio físico moderado, la respiración intencional (inspirar profundamente y exhalar) y también la risa.
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Por el contrario, la acción frecuente del sistema nervioso simpático (SNS), cuya función es desencadenar el estado de alerta y la ansiedad ante el peligro, aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades cardíacas, cáncer y obesidad. En términos generales, un minuto de risa equivale a 45 minutos de relajación y proporciona una respiración relajada de tipo diafragmático. Como consecuencia, estos son los beneficios de la risa:
El alivio del estrés
Ya sea en un contexto social o individual (por ejemplo, viendo una película), reír reduce el estrés. La reacción fisiológica desencadenada provoca una disminución de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, es decir, una sensación agradable para el organismo.
Con la risa, el cuerpo también libera endorfinas, conocidas como hormonas de la felicidad, y neuropéptidos, encargados de combatir la ansiedad.
Aumento de oxígeno en la sangre.
Una risa fuerte, “llena de ganas”, con risa, aumenta la cantidad de aire y oxígeno inspirado, permitiendo una mayor oxigenación. Con este aumento de oxígeno en el cuerpo, también disminuye el ritmo cardíaco, lo que corresponde al alivio del estrés.
Mejor salud del corazón
Reír mejora la salud cardiovascular al aumentar el flujo sanguíneo y disminuir las hormonas del estrés. Esto protege el corazón contra ataques cardíacos y otros problemas cardiovasculares, además de brindar una sensación de calma. Además, estudios recientes también asocian la risa con un aumento del colesterol HDL, el llamado “colesterol bueno”, y una reducción de la inflamación arterial.
Estimulación de diferentes órganos.
El aumento de la oxigenación se encarga de estimular órganos como los pulmones y, por supuesto, los músculos. A esto se puede sumar la liberación de analgésicos naturales que se produce cuando reímos, por lo que reír puede ayudar a aliviar el dolor físico.
Aumenta la inmunidad
El acto de reír no sólo reduce las hormonas asociadas al estrés, también aumenta los anticuerpos, lo que, en definitiva, mejora la inmunidad. La risa y los pensamientos positivos asociados liberan neuropéptidos, encargados de combatir la ansiedad y el estrés.
Por el contrario, los pensamientos negativos desencadenan reacciones químicas que repercuten negativamente en el sistema inmunológico. Por tanto, reír previene estos efectos.
Creando lazos sociales
Compartir momentos divertidos es una forma de crear vínculos con los demás y facilita el sentimiento de pertenencia a una comunidad; Tener una red social sólida le ayuda a afrontar una amplia gama de situaciones y es importante para mantener una buena salud mental. El humor y la risa funcionan como formas de reconocimiento mutuo: al reírse de los mismos chistes o situaciones, las personas comprenden que tienen algo en común.
Además de todas estas ventajas que la risa frecuente en el día a día tiene para la calidad de vida, la risa y el humor también pueden formar parte de las estrategias de tratamiento, especialmente en jóvenes y niños. Al ayudar a construir relaciones de confianza y aliviar la tensión y las preocupaciones, la alegría y la risa deben promoverse y utilizarse en entornos hospitalarios durante los tratamientos, distrayendo la atención de estímulos potencialmente dolorosos.