¿Sabia Ud. que Meditar un compromiso profundo con uno mismo?
La meditación es un compromiso profundo, un espacio con uno mismo, donde cada persona es el responsable y protagonista de cada paso, de los pensamientos, de las acciones, de lo que sentimos y de la forma como actuamos y respondemos ante el entorno sea cual sea.
La realidad es que la meditación busca un cambio de mentalidad y de actitud, ante los mensajes y acciones que se reciben constantemente del exterior, que lo que trata es de llenar y trabajar la mente de distracciones o interferencias, donde siempre están presentes la competitividad, el estrés, exigencias, el materialismo y también el consumismo extremo.
Es una terapia que puedes realizar a diario, y establecerla como un hábito es altamente saludable; ya que su práctica reduce el estrés, las angustias, las inflamaciones, el dolor crónico, te ayuda a calmar, despejar la mente y alcanzar el estado de relajación que necesitamos ante la vida, sobre todo cuando existe mucha agitación.
De esta manera, somos y aprendemos a ser responsables ante todo lo que nos perjudica, y debemos adquirir mayor conciencia para saber lo que nos beneficia y darle fuerza y valor, para eso y muchas cosas sirve meditar.
Por tal motivo debemos aceptar que meditar un compromiso profundo con uno mismo porque crecemos con responsabilidad emocional propia.
Con la práctica de la meditación las personas tenemos la capacidad de evaluar y desarrollar soluciones, en función de lo que es bueno y nos favorece, lo que es ideal para la salud y el bienestar.
Por ello, la meditación se ha puesto muy de moda, y se ha convertido en la fuente de investigación para los científicos, definiéndola como “mindfulness”, desde el punto de vista que todos los aspectos son medibles.
En general, la meditación también nos enseña a aprender a adquirir habilidades que nos permiten observar los pensamientos y su contenido, diferenciando al observador de lo observado, a fin de tomar distancia para romper el apego con el objeto.
Siendo uno de los beneficios más profundos de la meditación, el aprendizaje al desapego, la desidentificación y, en consecuencia, la gestión de las emociones y la apertura mental.
Para la meditación no existen exigencias, ni obligaciones, ni una meta, cada cual tiene su ritmo y proceso, siendo los valores de ella.
Esther R.
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