¿Qué es el masaje balinés?
¿Sabes que es el masaje balinés? El masaje balinés tradicional combina por tanto numerosas y variadas técnicas desde estiramientos, diferentes tipos de acupresión, amasamientos, usando no sólo las manos, sino también rodillas o pies. Es un masaje que se realiza en todo el cuerpo y busca alcanzar los tejidos más profundos mediante una presión media – alta.
Este tipo de masaje provine de la exótica isla de Bali, Indonesia, siendo su mayor influencia la medicina hindú, los textos ayurvédicos y las técnicas de la medicina tradicional China.
Aplicación del masaje balinés
La aplicación del masaje balinés logra importantes efectos relajantes, terapéuticos y sanadores siendo especialmente destacados sus efectos positivos en el tratamiento de migrañas, dolores musculares y articulares, trastornos de sueño, estrés, estados de ansiedad y depresión, alergias y dificultades respiratorias tales como el asma.
El masaje balinés trabaja los 107 puntos energéticos anatómicos distribuidos por todo el cuerpo, trabajando la estimulación a través de las arterias, venas, nervios, tendones, articulaciones y huesos que los componen. Se busca la relación física y mental. El mismo puede realizarse sobre la camilla, usando los antebrazos, o en futón donde se utilizan los pies.
Beneficios del masaje balinés
Los beneficios del masaje balinés se centran en mejorar los dolores musculares y articulares, trastornos del sueño, migrañas, estrés, estados de depresión o ansiedad, alergias o dificultades respiratorias, favorece el drenaje linfático, mejora la circulación sanguínea, ayuda a mejorar la movilidad, favorece el ritmo cardíaco, mejora la concentración y la memoria. Además, el masaje balinés ayuda a tonificar los músculos y eliminar la celulitis, mientras apertura los canales energéticos.
¿Cómo se realiza este masaje?
Para realizar el masaje balinés se usan las manos, dedos, antebrazos, codos, rodillas y pies, usando diferentes maniobras principales como: presiones palmares, presiones nudillares, presiones digitales, roces superficiales, frotaciones, percusiones, torsiones, estiramientos musculares, amasamientos, fricciones, pinzados, deslizamientos, reflexología en los pies, manos y las orejas.
Se realiza con aceites naturales y tranquilizantes como el aceite de sándalo, salvia o de jazmín. También suele aplicarse una bolsita de infusión de flores en los párpados cuando el receptor esta boca arriba para ayudar con la relajación llevando a estados de profunda calma.
Esther R.
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