Conoce los beneficios del Tai Chi
El Tai Chi proviene de la sabiduría Taoísta. Está basado en ejercicios físicos y mentales. El Tai Chi también es definido como “meditación en movimiento”. Se trata de un arte marcial interno en el que la lentitud, fluidez y precisión de cada movimiento enlazado exige una absoluta concentración mental, que nos transporta ineludiblemente al momento presente.
Multitud de estudios científicos demuestran que la práctica regular del Tai Chi termina por modelar a la perfección el cuerpo y la mente del practicante con sorprendente efectividad.
Mediante su práctica inicial, el cuerpo y la mente van tomando conciencia de las capacidades, limitaciones, fortalezas y debilidades del cuerpo. En fases posteriores mejorar el estado físico y mental de forma rotunda e integral.
Es una actividad física muy agradable, apta para personas de cualquier edad y estado físico. Es más importante ejecutar numerosas repeticiones suaves de cada ejercicio que la perfección técnica.
Aunque actualmente el método posee gran cantidad de estilos diferentes, se basa en unos principios básicos: suavidad, fluidez y repetición. En el Tai Chi, todos los movimientos se acompasan a la respiración diafragmática (el diafragma se desplaza hacia la zona abdominal en la inhalación y en la exhalación se eleva y se hunde el ombligo activando así el transverso del abdomen y el músculo diafragmático). Mediante la concentración, sincronización y control (de los amables movimientos repetitivos del cuerpo) logramos un correcto equilibrio global del organismo en su totalidad; aumentando vitalidad donde falta y reduciéndola donde es excesiva.
En el Tai Chi, los movimientos son suaves, continuos, ligeros y fluidos; da la sensación de que no hace falta ningún esfuerzo para realizarlos. Sin embargo, para poder practicarlos, el cuerpo debe estar firme, estable y fuerte. La mente tiene que encontrarse alerta y activa. Los movimientos del Tai Chi son circulares, formando arcos y espirales. Según los maestros del Tai Chi, moverse en círculos contribuye a conservar la energía, crea seguridad y relaja los nervios.
¿Beneficios del Tai Chi y quiénes pueden practicarlo?
El Tai Chi es continuo y fluido. Cada movimiento, cada unidad de ejercicio, está encadenado al siguiente sin una pausa visible. La calma y la ligereza se manifiestan en esa fluidez. La resistencia aumenta a medida que se desarrolla la capacidad de mantener esa continuidad.
El Tai Chi es beneficioso para: personas disminuidas, lesiones perdurables y difíciles de sanar, movilidad articular y flexibilidad, coordinación y equilibrio, circulación de la sangre, sistema respiratorio, digestión, sistema nervioso
El Tai Chi nunca debe practicarse, según maestros chinos, de manera automática, como si recitáramos el alfabeto mientras pensamos en cualquier otra cosa. Se trata de una composición muy compleja de diferentes ejercicios. En las clases de Tai Chi, la actividad pasa de una a otra parte del cuerpo sin que ninguna zona realice un esfuerzo excesivo y la mente está completamente activa.
Las energías dispersas en el cuerpo provocan las enfermedades cuando las mismas circulan de una manera desordenada y caótica. El Tai Chi ayuda a sentir, a unificar y a guiar esas energías. La medicina tradicional china atribuye las enfermedades a un desequilibrio entre el Yin y el Yang, para remediarlo es necesario disminuir el exceso de uno y evitar la insuficiencia del otro. El ejercicio fue diseñado para generar lo que ellos creían que eran las dos energías vitales de la vida, el ying y el yang. El yin representa todas las cosas receptivas y tranquilas. El yang, todas las cosas activas y enérgicas. Las diversas formas contraponen el yin y el yang en el ejercicio del Tai Chi.
Practicando Tai Chi podrás mejorar la fuerza y los movimientos musculares.
Durante el proceso de ejercicio, los músculos nunca llegan a tensarse al máximo. La cantidad de esfuerzo y tensión utilizados depende completamente de lo que requiera la posición o el movimiento mismo. Los músculos se compartan de una manera natural. La fuerza nunca se añade al movimiento, se aplica tanta fuerza como sea necesaria para realizar el movimiento.
La práctica del Tai Chi también engloba el trabajo del equilibrio corporal. El equilibrio es un elemento esencial en la práctica del Tai Chi. A través del control de cada movimiento, los músculos y las articulaciones se refuerzan. Un equilibrio corporal produce de manera natural una postura correcta y aligera los movimientos. El equilibrio físico también contribuye a la estabilidad mental y emocional.
Beneficios del Tai Chi para el sistema cardiovascular
¿Cuáles son los beneficios del Tai Chi? Se trata de un ejercicio lento. La respiración debe ser natural. La lentitud ayuda a desarrollar la paciencia y la fuerza. Pero esto no quiere decir que el Tai Chi no tenga cambios ni sea dinámico. Los cambios delicados en la fuerza, la quietud y la actividad se alternan constantemente a lo largo del ejercicio. La variación en el flujo dinámico produce flexibilidad y resistencia en quien lo practica.
Es decir, practicando Tai Chi conseguirás, entre otras cosas:
– Mejorar del Sistema Inmunológico y las reservas de energía favoreciendo la prevención y curación de lesiones y enfermedades.
– Fortalecer tendones y ligamentos, huesos y articulaciones, regular el riego sanguíneo, mejorar el funcionamiento de todos los órganos. Los movimientos circulares realizados sin rupturas activan la circulación de la sangre y regulan la tensión arterial. La respiración abdominal mantiene el abdomen flexible y el pecho relajado, convirtiéndola en una respiración profunda, lenta, uniforme y suave, aportando un mayor equilibrio en el funcionamiento del sistema respiratorio. En el tratamiento de las personas disminuidas en el plano motor, el aporte del Tai Chi puede ser muy beneficioso. Dos aspectos importantes aparecen relacionado con este tema: la globalidad del movimiento y las posturas ayudan a la persona a sentir una parte del cuerpo en relación con su cuerpo entero. Por otra parte, la práctica despierta una sensibilidad que contribuye a integrar la parte corporal disminuida. En el caso de lesiones perdurables y difíciles de sanar, los ejercicios del Tai Chi pueden desarrollar una percepción más unificada y a la vez contribuir a una mejoría. Despierta la conciencia del cuerpo y facilita la exploración corporal, beneficiando así la movilidad articular y la flexibilidad, la fuerza y la resistencia muscular, la coordinación y el equilibrio.
– Mayor flexibilidad, agilidad, reflejos, coordinación, relajación, movilidad, equilibrio y seguridad tanto física como mental.
– Equilibrar la alimentación y todos los procesos relativos a la digestión. Mejorar la nutrición y modelar la figura. El Tai Chi favorece la digestión debido a que sus movimientos activan el funcionamiento intestinal.
– Reducir el nivel de estrés y de las tensiones. Aumentar la satisfacción y bienestar general. La tonificación equilibrada del sistema nervioso por la realización unificada de los movimientos, ejerce un efecto sumamente beneficioso sobre el conjunto del cuerpo, favoreciendo la capacidad de la atención y la calma.
– Mejorar el auto-conocimiento y control del cuerpo y la mente (auto-consciencia).
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