Zonas del cuerpo que se puede hacer fotodepilación ¿Cuáles son?
¿Conoces las zonas del cuerpo que se puede hacer fotodepilación? La fotodepilación ha ido ganando adeptos por doquier y, al mismo tiempo, generando algunas dudas en quienes quieren iniciar el proceso de depilación duradera. Una de las principales dudas se refiere a la posibilidad de que la fotodepilación se realice en cualquier zona del cuerpo, ya que cada región tiene sus propias peculiaridades y los cuidados pueden ser diferentes.
Lo cierto es que la luz pulsada intensa (ipl) tiene varios beneficios si se compara con el láser y es prácticamente indolora, también en comparación con el láser y la cera caliente. Está muy indicado para el vello no deseado, pero sobre todo para la foliculitis capilar.
Conoce las Zonas del cuerpo que se puede hacer fotodepilación
Cómo funciona la fotodepilación
La fotodepilación es un proceso que se realiza con luz pulsada intensa (ipl) y que tiene como objetivo eliminar el vello no deseado en todo el cuerpo o en una zona del mismo de forma duradera. El procedimiento se realiza con una lámpara de alta energía que emite rayos de luz, lo que genera un fuerte calor que destruye las células responsables del nacimiento del pelo.
Aunque se trata de una depilación de larga duración, cuando las células se regeneran, el vello vuelve a crecer. Este tiempo varía de una persona a otra, pero después de unas cuantas sesiones, puede pasar hasta un año para que el pelo vuelva a aparecer.
Dado que este método dispara una luz intensa que incide en la melanina de la piel, cuanto más clara sea la piel y más oscuro el vello, mejor será el resultado final.
Zonas del cuerpo que se puede hacer fotodepilación
Beneficios de la fotodepilación
Esta técnica tiene varios beneficios y por ello se considera uno de los procedimientos más seguros y duraderos a la hora de eliminar el vello corporal. A continuación, te presentamos algunos de los beneficios de la fotodepilación y te explicamos cada uno de ellos.
Precio:
En comparación con la depilación láser, la depilación ipl es mucho más barata.
Riesgos: como la luz pulsada alcanza temperaturas más bajas que el láser, el riesgo de quemaduras y pigmentación prácticamente desaparece con este método.
Menos dolor:
Es un procedimiento prácticamente indoloro, ya que la sensación es sólo de un aumento de calor en la zona tratada. La intensidad de las molestias depende de la zona y de la sensibilidad de la piel. Es posible graduar el dispositivo según la necesidad, pero sólo un profesional capacitado es capaz de realizar esta necesidad.
Durabilidad:
No existe un método definitivo de depilación. Lo que ocurre es que cada procedimiento tiene un tiempo de duración y todos ellos necesitan mantenimiento. En el caso de la fotodepilación, suelen ser necesarias 10 sesiones para obtener el mejor resultado, y éste es progresivo.
El número de sesiones depende de varios factores, sobre todo del tipo de piel y de vello. A medida que pasa el tiempo, el pelo se vuelve más fino hasta que desaparece, volviendo en cuanto las células se regeneran. Una sesión de mantenimiento cada seis meses garantiza la eficacia del método.
Además de estos beneficios directos y comparativos con otros métodos de depilación, la fotodepilación también proporciona un rejuvenecimiento de la piel al estimular la producción y proliferación de colágeno, mejorar las fibras elásticas y eliminar posibles pigmentos de la piel. Así, cierra los poros y elimina las arrugas finas, blanquea y mejora la elasticidad de la piel, reduce las manchas solares o de la edad, colaborando así con el rejuvenecimiento.
¿Se puede realizar la fotodepilación en cualquier parte del cuerpo y en cualquier persona?
Esta es una pregunta muy importante que debe hacerse antes de empezar a utilizar el tratamiento de depilación ipl. Para entender las restricciones, hay que conocer y comprender mejor las peculiaridades de cada zona.
Zonas que no pueden ser tratadas con ipl
La mayoría de las zonas pueden tratarse con fotodepilación, pero hay algunas excepciones, como las regiones en las que el haz de luz alcanza directamente los ojos, las mucosas, el sacro escrotal, las cejas y la nariz. Aun así, es importante recordar que las mujeres lactantes y embarazadas no deben someterse a un tratamiento de depilación láser o de luz pulsada intensa.
Consultar a un profesional cualificado en el manejo y operación del aparato de fotodepilación es fundamental para evitar cualquier percance. Las personas que tienen tatuajes pueden someterse al procedimiento siempre que cubran la zona tatuada. Lo mismo ocurre con la zona de la cara, y unas gafas de sol pueden proteger aún más los ojos.
Zonas que pueden tratarse con luz pulsada intensa
Todas las demás zonas, a excepción de las mencionadas anteriormente, pueden someterse al tratamiento de depilación duradera con ipl. Las regiones se dividen en ingle, cara, axilas, orejas, nuca, cuello, brazos, manos, pecho, abdomen, espalda, zona lumbar, caderas, pubis, lado anal, nalgas, muslos y piernas.
Personas que no pueden ser sometidas a fotodepilación
Además de las zonas que no pueden someterse al procedimiento con luz pulsada intensa, los adolescentes y jóvenes que están en tratamiento contra el acné o que utilizan algún medicamento fotosensibilizante corren el riesgo de que les salgan manchas.
Los pacientes que ya tienen algunas manchas o cicatrices en la piel pueden ver aumentadas estas marcas si se someten a un tratamiento de fotodepilación.
Personas con lesiones en piel
Tampoco pueden someterse al tratamiento las personas con herpes, las mujeres en periodo de lactancia, las embarazadas, las personas de raza negra, los clientes bronceados o tatuados que no pueden cubrir el tatuaje, los inmunodeficientes, los pacientes con lupus, vitíligo y otras enfermedades de la piel, especialmente los que tienen antecedentes de cáncer de piel.
Como todos los procedimientos estéticos, la fotodepilación tiene indicaciones y contraindicaciones, pero lo cierto es que si la realizan profesionales cualificados y con conocimientos para orientar a los clientes, el riesgo es prácticamente inexistente. Para mayor seguridad, se recomienda visitar a un dermatólogo y plantear todas las preguntas antes de someterse al procedimiento. De este modo, recibirá una orientación específica para su tipo de piel.
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