Curso de Masaje Facial Kembiki
Un masaje facial kembiki ayuda a eliminar bloqueos más profundos y tensiones musculares, para restaurar la energía y la energía psicofísica a través de vibraciones y movimientos suaves y rítmicos. El masaje Kembiki relaja profundamente y logra un efecto que va mucho más allá del Efecto de lifting facial Kembiki que reporta su masaje.
Los movimientos permiten la liberación de energía y estrés acumulado en los músculos faciales, mejorando la circulación sanguínea y linfática, ayudando al proceso de renovación celular.
KEMBIKI Y EL ANTIGUO ARTE DEL MASAJE JAPONÉS
El masaje facial kembiki es un viaje hacia el mundo del masaje japonés, este tipo de masaje es la forma de restablecer el equilibrio entre el Yin y el Yang para los chinos (Bi y Ki para los japoneses) de vuestra vida y constituye la base desde la que empezar a emprender un camino meditativo efectivo.
Kembiki es una palabra compuesta del idioma japonés que indica el arte terapéutico que practicaban los masajistas ciegos en el antiguo Japón. Examinando la etimología de la palabra, se descubre su noble significado. Es el nombre que se le da a un antiguo masaje japonés que, en virtud de las técnicas utilizadas, actúa en profundidad tanto física como energéticamente y es capaz de revitalizar el cuerpo y la piel, devolver la energía, especialmente a la cara y el cuello, restaurando los principios vitales que le permiten vivir de manera saludable. El masaje facial kembiki va mucho más allá de un efecto lifting, el cual se produce de forma indirecta.
El significado de los términos que componen el nombre japonés es el siguiente:
– KEM significa erradicar, refiriéndose a sacar a la superficie, a nivel energético, todo aquello que con el tiempo se ha fijado en los tejidos, causando daño;
– BI indica la materia sutil que permite que todo pueda vivir,
– KI se refiere a la energía vital primaria que alimenta cada parte del cuerpo.
Es por ello que el masaje Kembiki indica un proceso global y holístico:
Este arte milenario se originó en Japón, donde tradicionalmente era practicado por masajistas ciegos, a quienes se prefería precisamente porque su discapacidad agudizaba los otros sentidos.
El Kembiki es apreciado hoy en día porque debido a sus características de manipulación del cuerpo puede tener una aplicación interesante en tratamientos de rejuvenecimiento.
La peculiaridad de Kembiki es la capacidad de frenar los procesos de envejecimiento de la piel de una manera muy natural, revitalizando tejidos y órganos desde el interior, y de mantener la piel de la cara y otras partes del cuerpo joven y tonificada.
El nombre de la técnica y el de sus antiguos practicantes comparten la misma raíz en el nombre, KEN, que literalmente significa desarraigar, y expresa la capacidad de sacar la experiencia de lo más profundo, con enorme sensibilidad y respeto por la persona, y sobre la base de una profunda intuición que el terapeuta debe poner en acción con una delicadeza y agudeza inusuales.
Quienes lo practican, de hecho, deben tener una gran sensibilidad y habilidades perceptivas inconscientes. «El masaje facial Kembiki requiere por parte del terapeuta de una concentración extrema y gran habilidad, durante la sesión de masaje, se sigue el ritmo de la persona a la que está masajeando, el terapeuta acompaña permaneciendo presente y en reposo. En un estado de concentración para poder sentir la más mínima tensión muscular».
Este masaje basa en los principios de reequilibrio integrado de los planos físico, energético y emocional: entra en contacto con todo el cuerpo. A través del trabajo en los tejidos profundos, no solo devuelve el equilibrio al sistema muscular, sino que también redistribuye armoniosamente las energías fundamentales de la persona. En general, el tratamiento hace uso de técnicas mixtas, toques y maniobras especiales que sirven para liberar las tensiones que se acumulan tanto por razones posturales como psicológicas en la parte superior de la espalda, la fascia lumbosacra, en el cuello y alrededor de la mandíbula.
KEMBIKI
Una antigua práctica de masaje que se encuentra en el área japonesa, practicada exclusivamente por ciegos, llamada con el nombre de «Kengyo». Etimológicamente, el término Kem significa arrancar, refiriéndose a sacar a la superficie, a nivel energético, todo aquello que con el tiempo se ha fijado en los tejidos, causando daño; mientras que bi indica la materia sutil que permite que todo pueda vivir, y Ki se refiere a la energía vital primaria que impulsa cada parte del cuerpo. Es por ello que Kembiki indica un proceso global y holístico.
EL KENGYO
Los Kengyo, debido a su ceguera, desarrollan una sensibilidad particular a las manos, en particular a las yemas de los dedos, tanto que perciben a través de la palpación la presencia de desequilibrios mínimos en el sistema mioarticular.
En la antigüedad, estos masajistas practicaban técnicas mentales cuyo objetivo era desarrollar el «ojo de la mente», a través del cual se colocaban en contacto energético con la persona masajeada.
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